miércoles, 23 de noviembre de 2011

El agujero de ozono antártico se desplazó sobre Tierra del Fuego y Santa Cruz

Un informe del VAG, Estación de Vigilancia Atmosférica Global de Ushuaia (TDF) da cuenta de un corrimiento del agujero atmosférico, donde la capa de ozono es más delgada y permite el paso de los rayos UV y su localización por algunos días sobre el área continental sur. Hacen un llamado a la población para que esté prevenida.

La Estación de Vigilancia Atmosférica Global (VAG) de Ushuaia (TDF) advirtió que desde hoy 18 y hasta el día 21 de noviembre, se ha detectado un desplazamiento del denominado “Agujero de Ozono” hacia la región, dejando a media Antártida fuera de su influencia y ubicándose sobre toda la isla de Tierra del Fuego y la parte continental sur, es decir, la provincia de Santa Cruz, además de Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

La información suministrada por El Sureño indica que los índices de radiación ultravioleta en Ushuaia y la región, serán muy superiores a los que se registran en grandes centros urbanos como Buenos Aires e inclusive, Río de Janeiro. Por tal motivo se informa a la población en esta parte del país, que deberá adecuar las previsiones necesarias para protegerse de la influencia del sol, especialmente entre las 11:00 y 17:00hs, siendo recomendable el uso de anteojos, sombrero y ropa que proteja la piel de la excesiva exposición al sol en forma directa, teniendo mayor atención en niños, ancianos y personas de tez clara o piel sensible.

viernes, 21 de octubre de 2011

El agujero de la capa de ozono alcanza su máximo esta temporada.

El agujero en la capa de ozono en el hemisferio Sur llegó a su máximo anual el pasado 12 septiembre al alcanzar los 16 millones de kilómetros cuadrados, el noveno mayor de los últimos 20 años, según ha informado la NASA este viernes.

La capa de ozono protege la vida terrestre al bloquear los rayos ultravioleta del sol y su reducción adquiere especial importancia en en esta época del año, cuando es verano en el hemisferio sur.

La NASA y la Administración Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA) utilizan instrumentos de medición atmosférica aérea a bordo de globos y satélites para vigilar el agujero de ozono en el Polo Sur, los niveles globales de la capa de ozono en la estratosfera y las sustancias químicas artificiales que contribuyen a la disminución del ozono.

"Las temperaturas más frías que la media en la estratosfera han causado este año un agujero de ozono más grande que el promedio", explica Paul Newman, jefe científico del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.

"A pesar de que era relativamente grande, el área del agujero de ozono este año años estaba dentro del rango que esperábamos, dado que los niveles químicos de origen humano persisten en la atmósfera", lamenta.

El director de la división de Observación Mundial de la NOAA, James Butler, señala que el consumo de estas sustancias que destruyen el ozono disminuye poco a poco debido a la acción internacional.

No obstante, todavía hay grandes cantidades de estos productos químicos haciendo daño, y la mayoría de ellos permanecen en la atmósfera durante décadas.

NOAA ha estado siguiendo el agotamiento del ozono en todo el mundo, incluyendo el Polo Sur, desde varias perspectivas, utilizando globos atmosféricos durante 24 años para recoger los perfiles detallados de los niveles de ozono así como con instrumentos terrestres y desde el espacio.

martes, 20 de septiembre de 2011

"La Paradoja de Fermi"...



El agente Fox Mulder del FBI solía pensar que no estábamos solos en el universo, que había algo allá afuera. Por eso en su despacho colgaba un enorme póster en el que se podía leer «I want to believe». Muchas personas desean creer que los seres humanos no somos la única especie del universo y opinan que en alguna galaxia debe existir alguna raza alienígena tecnológicamente más avanzada. Los escépticos, por su parte, siempre argumentan lo mismo: si existen los extraterrestres ¿por que no tenemos pruebas irrefutables de ello? ¿Por qué no hay nada que confirme su visita? ¿Por qué no hay comunicaciones entre nosotros y ellos?

En 1950 el físico italiano Enrico Fermi se encontraba trabajando en Los Alamos. Un día él y tres amigos (Emil Konopinski, Edward Teller y Herbert York) iban camino de un restaurante para almorzar y alguien mencionó una viñeta de Alan Dunn en la que se veía un platillo volante.

Pasaron a hablar sobre la posibilidad de viajar a la velocidad de la luz, de la propulsión de las naves espaciales y cuando ya se encontraban comiendo, en un momento dado, Fermi planteó la pregunta: ¿Dónde están todos?. Acto seguido se puso a calcular y estimó que la Tierra tenía que haber sido visitada repetidamente y desde hace mucho tiempo por civilizaciones extraterrestres.

Fermi se preguntaba cómo era posible que no hubiésemos contactado aún con alguien, cómo era posible que no escucháramos sus señales. La Paradoja de Fermi se plantea porque no tenemos evidencias de la existencia de razas alienígenas inteligentes cuando, en principio, no debería ser así. Según el físico italiano existían dos razones que explicaban la ausencia de contacto: el viaje interestelar no era posible y que las civilizaciones tecnológicas colapsan antes de tener tiempo de llegar a ese nivel de sofisticación.

Ya están aquí
¿Por qué no? Podría ser, están entre nosotros y no lo sabemos. La ciencia ficción ha jugado varias veces con esa posibilidad. Están aquí pero no quieren que lo sepamos. Poniéndonos un poco conspiranoicos hay gente que opina que los gobiernos y diferentes organizaciones saben de su existencia pero lo ocultan a la población, quienes no sabrían manejar la verdad. Una idea que da mucho juego a la ciencia ficción, la película Men in Black y la serie de Third Rock from the Sun se basaban en esta premisa.

Estuvieron aquí pero nosotros no estábamos
Es posible que razas alienígenas visitasen la tierra pero que ocurriese hace millones de años, cuando no estábamos. También es probable que sucediese en lugares y épocas en las que o bien no había seres humanos o bien no estaban preparados para lo que vieron, de ahí pueden haber surgido mitos, dioses, monstruos.

Es posible que una civilización extraterrestre nos visitase en el pasado y que en algún lugar de la tierra existan restos que demuestren, sin lugar a dudas, que estuvieron aquí. Sin embargo, es más que probable que no sepamos identificarlos como restos alienígenas. Algunos científicos consideran factible encontrar indicios de actividad alienígena en otros zonas de nuestro Sistema Solar como la Luna o Marte.

Los extraterrestres somos nosotros
En 1996 la NASA informó sobre la posibilidad de fósiles marcianos en un meteorito que se recogió en la Antártida. Con esos datos se formó la idea de que en Marte existió vida, hace mucho tiempo, y es posible que de algún modo esa vida consiguiese llegar hasta la Tierra y prosperar en el planeta. Así pues, nosotros somos los extraterrestres, venidos de Marte. Son varios los científicos que opinan que la vida llegó a la Tierra proveniente del espacio (teoría de la panspermia). Siguiendo esa línea de pensamiento hay quien cree que una civilización avanzada pudo plantar la vida en la Tierra.

Luego hay diferentes opiniones, para unos la Tierra podría ser una especie de reserva natural de civilizaciones que desean que la vida se desarrolle lejos de los posibles problemas de galaxias más pobladas y tecnológicamente más avanzadas.

Stephen Baxter cree que la Tierra y los humanos estamos dentro de una realidad virtual. Vamos como en Matrix. Una zona segura que nos mantiene a salvo haciéndonos creer que estamos solos en el universo, así nuestra evolución no sufre de ningún cambio debido a la intervención de otras razas alienígenas. ¿Sería posible que lo que llamamos Universo no sea más que algo creado por una raza tan avanzada que no podemos concebirlo? Seres con capacidades tan impresionantes que podríamos considerarlos dioses. Tal vez, no seamos más que una pequeña mota bajo el telescopio de un centro de estudios en alguna galaxia lejana.


Aún no se han comunicado con nosotros
Es posible que estén muy lejos, puede que no tengan la tecnología necesaria para viajar grandes distancias. También puede ser que estén de camino pero aún no han llegado. ¿Quién sabe cuanto puede durar un viaje entre galaxias?

Michael Hart plantea una interesante cuestión. Ya sabemos que la velocidad de la luz es finita, y en principio esa sería la máxima velocidad a la que se podría viajar. Si el Universo es infinito o tan inmenso que resulta inabarcable es posible que dentro de nuestra zona no exista ninguna civilización alienígena y que las existentes se encuentren tan alejadas de nosotros que no se plantean un viaje hasta esta zona del universo.

Nos han ignorado
Como especie nos sentimos muy cómodos en nuestro planeta, para algo la evolución se ha encargado de prepararnos para vivir en él y nosotros, como especie e individuos, hemos aprendido a sacarle el máximo partido a sus recursos. Pero eso no quiere decir que una raza alienígena aprecie la tierra de la misma manera que lo hacemos nosotros. Tal vez no haya nada de interés en este planeta y lo hayan dejado de lado.

Se comunican con nosotros pero no lo sabemos
Hay científicos que opinan que los extraterrestres llevan tiempo intentando comunicarse con nosotros lo que sucede es que nosotros no tenemos las tecnología adecuada para captar su mensaje. Tal vez ni siquiera sepamos que sea un mensaje aunque lo viésemos.

Otro problema para captar sus comunicaciones, no tenemos ni idea de donde están. El espacio es inmenso, tanto que no podemos saber hacia dónde orientar nuestros instrumentos. Y si somos honestos con nosotros mismos no hace mucho tiempo que hemos puestos nuestras ojos en el espacio. La raza humana empezó a explorar el espacio ayer mismo, no podemos esperar que en tan poco tiempo vayamos a recibir respuestas. Y ya que estamos con el asunto de comunicarnos ¿y si ellos no quieren hacerlo? Tal vez a las razas extraterrestres no les apetece relacionarse con nosotros, tal vez tengan miedo, o simple desinterés.


La autodestrucción de las civilizaciones
El avance tecnológico conlleva también el avance armamentístico. Muchas civilizaciones, como la nuestra, pudieron autodestruirse en algún momento de su evolución. A lo mejor emitimos hacia mundos donde ya no queda nada.

Otra propuesta para desvelar la paradoja incide en los recursos. Una civilización necesita recursos para seguir desarrollándose, si no posee esos recursos o si tiene problemas para conseguirlos, su desarrollo será más lento y tal vez no quiera dejar el área que le proporciona lo que necesita y lanzarse hacia el espacio sin saber lo que se va a encontrar.

Dos científicos de la Universidad tecnológica nacional de Ucrania, Igor Bezsudnov y Andrey Snarskii, proponen que las civilizaciones crecen hasta un determinado límite dentro del espacio y que luego colapsan y desaparecen. Toda civilización tiene fecha de caducidad. Con un poco de suerte dos civilizaciones cercanas pueden establecer contacto y tener un intercambio cultural y tecnológico que prolongue sus vidas. Pero es algo bastante improbable.

Tal vez estemos solos
Tuvimos suerte como especie, aunque a veces casi no lo logramos, los seres humanos evolucionamos y salimos adelante. Otras especies pudieron no tener tanta suerte, puede existir vida ahí fuera pero no civilizaciones organizadas e inteligentes. Su entorno, su evolución, su clima, sus enemigos… Cualquier cosa pudo acabar con la posibilidad de una raza evolucionada. Nosotros tuvimos suerte, ellos no, estamos solos.

El Universo es inconmensurable pero puede que el número de planetas con posibilidades de albergar vida sea muy bajo, y aún así, la vida en esos planetas puede que no sea inteligente y se encuentre en estados evolutivos muy primarios. ¿Y si nosotros somos la primera raza en todo el universo que ha alcanzado la madurez evolutiva?

No hay pues pruebas concluyentes de la existencia civilizaciones extraterrestres. Por ahora seguimos estando solos en el universo. Pero no podemos dejar que eso detenga la investigación, los seres humanos seguirán buscando en las estrellas, porque como especie necesitamos retarnos a nosotros mismos, necesitamos saber y conocer y queremos pensar que no estamos solos en la inmensidad, tiene que haber algo más ahí fuera.

Sobre la Paradoja de Fermi os recomiendo un libro escrito por Stephen Webb titulado Where is everybody? donde se dan cincuenta explicaciones al hecho de que aún no hayamos contactado con vida inteligente extraterrestre.

lunes, 4 de julio de 2011

La NASA celebra los 20 años del Hubble.

El telescopio espacial, que ha realizado espectaculares fotografías del universo, será chatarra antes de 2014

La NASA concluirá este fin de semana la celebración del 20 aniversario del Hubble, el telescopio espacial que abrió los horizontes de la astronomía y que en unos años será un trozo más de la chatarra que gira en torno a la Tierra. Los actos de celebración han tenido lugar en todas las oficinas nacionales de la NASA, que inició la conmemoración con la difusión este mes en su sitio de Internet de las fotos más espectaculares del universo captadas por el telescopio.

Esas imágenes también forman parte del libro Hubble A Journey Through Space and Time que incluye 20 de las mejores fotografías y comentarios de las personalidades de la astronomía de todo el mundo. Las imágenes seleccionadas por astronautas y científicos de la agencia espacial muestran el nacimiento y muerte de estrellas, la colisión de galaxias y al universo en las primeras etapas de su formación.

"Este libro representa una muestra de los 20 años de descubrimintos del Hubble, que han cambiado para siempre nuestra visión del universo", señaló Ed Weiler, administrador adjunto del directorio científico de la NASA. "El Hubble seguirá teniendo un impacto positivo en el mundo durante muchas décadas y serán muchos más los descubrimientos del futuro", pronosticó Weiler, autor del libro.

La publicación cuenta con un prólogo de Charles Bolden, adminisrador de la NASA, y uno de los astronautas que participó en las misiones para reparar y mejorar los instrumentos del telescopio.
Una vida de proezas

El Hubble comenzó su histórica proeza científica el 24 de abril de 1990 cuando partió hacia una órbita de 600 kilómetros sobre la Tierra instalado en el transbordador espacial Discovery. Pero la NASA no sólo ha hecho gala de las fotografías del cosmos tomadas por el observatorio, que es un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) sino que también ha difundido los descubrimientos conseguidos por otros instrumentos, como su espectrógrafo y sus cámaras de alta resolución.

Entre ellos se incluye el de la primera molécula orgánica en un planeta que orbita otra estrella, el descubrimiento de agujeros negros, la comprobación de que la materia negra existe, la formación de los planetas y observaciones que han permitido establecer que el universo está en expansión y que su edad es de unos 13.700 millones de años. La molécula, de metano, fue descubierta por el Hubble en un exoplaneta que se encuentra a 63 años luz de la Tierra en la consteación Vulpecula. Se trata de un cuerpo mucho más grande que nuestro planeta y tan candente que los científicos consideran imposible que exista algún tipo de actividad biológica.

"Desde los puntos más cercanos a los más lejanos, aquellos que nunca se habían visto antes, hemos llevado al ciudadano de a pie en un viaje por todo el Universo", señaló Dave Leckrone, uno de los científicos encargados de sus operaciones.
Le queda corta vida

Al observatorio que ha revolucionado el conocimiento del hombre sobre el universo le queda corta vida. Tras la quinta y última misión del año pasado para reparar y mejorar sus sistemas que estuvieron inactivos durante casi tres años, la NASA anunció que no se espera que siga funcionando más allá de 2014 y que poco a poco se apagarán sus sistemas para siempre.

Irremediablemente el complejo científico espacial que mide 13,2 metros de largo y 4,7 metros de ancho con un peso de casi 12 toneladas comenzará a ser atraído por la fuerza gravitatoria de la Tierra hasta desintegrarse en su choque con la atmósfera. A partir de entonces el Hubble se sumará a los miles y miles de elementos que componen la chatarra espacial que gira en órbitas eternas en torno al planeta.

Pero no pasará mucho tiempo antes de que la NASA lance al espacio otra nave que ponga en la órbita terrestre y lejos de la distorsión atmosférica otro observatorio espacial tal vez más poderoso que el Hubble. Al anunciar sus planes para el futuro de la exploración del cosmos este mes en el Centro Espacial Kennedy, en la Florida, el presidente Barack Obama señaló su plan de asignar una inversión de tres mil millones de dólares con ese objetivo.

lunes, 24 de mayo de 2010

De lunáticos y marcianos.

Creo que ya ni siquiera en las escuelas de periodismo o de comunicación hablan a los muchachos, para poner un buen ejemplo del poder de los medios, de aquel pánico colectivo que provocó la adaptación radiofónica de la famosa obra La guerra de los mundos, de H. G. Wells. Era 1938 y el desarrollo de los medios llegaba entonces hasta la radio. En mayo de ese año, millones de norteamericanos fueron presa del terror debido a que una emisora transmitió noticias que sobrecogieron sus ánimos: los marcianos habían invadido la Tierra y estaban aniquilando el planeta, quemando pueblos, reduciendo a escombros ciudades enteras y exterminando todo tipo de fuerzas que osaban hacerles frente. El fin del mundo parecía haber llegado. Durante ocho horas la estación voceó angustiosamente el parte de guerra de aquella invasión y miles y miles de radioescuchas desalojaron a toda prisa sus hogares intentando distanciarse por todos los medios de aquella amenaza. La policía hubo de trabajar al máximo y horas extras para convencer a los asustados ciudadanos, que bloqueaban en su fuga caminos y carreteras, de que habían sido víctimas de un engaño. Ningún marciano de enorme cabeza había bajado a visitarnos sino que se trataba de la adaptación de La guerra de los mundos, de Wells, considerado junto con Julio Verne (primero éste, con sus clásicas obras De la tierra a la luna y Alrededor de la luna) como uno de los padres de la ciencia ficción. Aquel pánico colectivo pasó a la historia. Y así, Lo cierto es que la raza humana ha sufrido ya, en la ficción, numerosos ataques procedentes del espacio, como en el caso que citamos, y en libros y películas hemos sido secuestrados, usados para crueles experimentos, devorados, esterilizados, desintegrados y hasta convertidos en abono para adaptar nuestro planeta a los nuevos inquilinos que pretenden dominarlo.

Cada loco con su tema, dice el dicho, y yo caigo ahora en esa consideración. La semana pasada, entre la comunidad científica internacional se suscitó un debate provocado por el astrofísico británico Stephen Hawking, quien lanzó una advertencia a la humanidad para que haga todo lo posible por evitar el contacto con extraterrestres. Hawking, un verdadero genio a pesar de la esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gehring que lo mantiene discapacitado gravemente y en silla de ruedas, una de las mentes más brillantes y respetadas del mundo, cree que es perfectamente racional asumir que existe vida inteligente en otros mundos fuera del nuestro. “Para mi mente matemática, los extraterrestres son algo perfectamente racional. El verdadero desafío es imaginar cómo serán exactamente”, dijo y expresó su creencia de que la vida extraterrestre puede desarrollarse de múltiples formas, aunque la mayoría de estas criaturas serían microbios. Sin embargo, no descarta la existencia de vida mucho más evolucionada e inteligente, pero señala que hacer contacto con una civilización semejante puede ser “un poco arriesgado”. “Si los extraterrestres nos llegan a visitar, creo que el resultado sería muy parecido a como cuando Cristóbal Colón llegó a América, lo que no terminó muy bien para los indígenas. Imagino que habiendo utilizado todos los recursos en su planeta, esas civilizaciones extraterrestres avanzadas se volverían nómadas, buscando conquistar y colonizar cualquier planeta que pudieran alcanzar”. Y cuando pide mejor evitar el contacto con esos seres apunta algo muy racional: “”Sólo debemos mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente puede convertirse en algo que no quisiéramos conocer”.

Las reacciones de científicos de relieve no se hicieron esperar. Por ejemplo, Seth Shostak, dice que no hay nada que temer. El investigador del programa SETI de búsqueda de inteligencia extraterrestre recuerda que en las películas los aliens sólo vienen a la Tierra o para encontrar algún recurso del que no disponen en su propio plantea o para utilizarnos para algún oscuro experimento de reproducción y opina que no resulta lógico pensar que si vinieran vendrían a eso. Además, da un argumento económico: los viajes espaciales –dice– son algo muy costoso y requieren de una enorme cantidad de recursos “seas del planeta que seas”. Dice además que si una civilización extraterrestre está lo suficientemente avanzada como para hacer viajes interestelares, resulta lógico pensar que también dispondrán de máquinas y robots muy sofisticados, y que serían esos robots y no ellos personalmente los que llegarían hasta nuestro planeta.

Otro científico, David Morrison, director del centro de investigación espacial Ames de la NASA, dice que cualquier contacto sería sólo en forma de ondas de radio y duda que una civilización avanzada venga con la sola intención de hacernos daño. En esa línea, el escritor de ciencia ficción Jack McDevitt señala que en caso que los extraterrestres existan, nos hayan localizado y hayan viajado hasta aquí, no parece probable que envíen todo un ejército y los pertrechos necesarios para lanzar un ataque contra la Tierra. “Imagine lo que significa reunir toda una fuerza de invasión y sólo para apilarlos en contenedores durante largos años para hacerlos llegar hasta aquí”.

Pero yo regreso a Hawking: “Sólo debemos mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente puede convertirse en algo que no quisiéramos conocer”. Sin duda alude a lo peligroso que somos los propios seres humanos, a los monstruos que ha procreado la humanidad: los que decidieron arrojar las bombas atómicas sobre masas humanas en Japón, los que han utilizado napalm contra sus enemigos en las guerras convencionales, los Hitler, los Pinochet, los Marcel Maciel, los terroristas, los narcotraficantes y agregue todos los que usted quiera y acaso conozca. Sí, es cierto, para que queremos conocer a otros seres si pueden llegar a ser una amenaza. Con nosotros basta. Con los que tenemos en la Tierra ya son más que suficientes. Yo por lo menos conozco a más de un lunático –abundan en la actividad política y seguramente van a dejarse ver en las inminentes campañas electorales–, a varios que bien podrían pasar por marcianos, a muchas, por venusinas y a cantidad, por plutones. Y sí, son una verdadera amenaza. Como sugiere Hawking, mejor dejemos las cosas en paz con los de fuera y ocupémonos de los que ya tenemos aquí.

lunes, 8 de febrero de 2010

La procedencia de una extraña roca marciana asombra a la NASA.


¿Qué es esto? A ojos de cualquiera, una simple roca con muy poco atractivo. Para los científicos de la NASA, un rompecabezas al que han dedicado dos meses de trabajo y que comienza a resolverse. La «piedra», de color oscuro y no más grande un balón de baloncesto, fue descubierta por el rover explorador Opportunity en una llanura del Planeta rojo. Apodada «Isla Marquette», su composición y características son diferentes a las de cualquier otra roca o meteorito marcianos. Precisamente, al principio, los investigadores pensaron que se trataba del resto de algún meteorito impactado en el planeta, pero ahora, tras realizar distintos análisis, han llegado a otra conclusión: se trata de una muestra de las profundidades de Marte.
«Es una de las cosas más interesantes que ha encontrado Opportunity en mucho tiempo», asegura Steve Squyres, de la Universidad de Cornell en Ithaca (Nueva York). Durante sus seis años de exploración, Opportunity ha encontrado sólo otra roca del mismo tamaño que haya sido «disparada» desde un cráter distante. Llamada «Bounce rock», que se parecía mucho a la composición de un meteorito marciano encontrado en la Tierra.

Un lugar «profundo y lejano»
«Isla Marquette» es una roca de grano grueso con una composición de basalto. El primer pensamiento de los científicos fue que la piedra podía ser un meteorito, como otros que la sonda de la NASA ha encontrado con anterioridad. Sin embargo, su bajo contenido en níquel indica una clara procedencia marciana. Por su composición, los geólogos creen que se originó en las profundidades del planeta y no en la superficie, donde se enfriaría más rápido y tendría una textura más fina. «Proviene de un lugar profundo y lejano, aunque no sabemos exactamente a qué distancia y profundidad», señala Squyres.
«Es como tener un fragmento de otro sitio de aterrizaje», afirma Ralf Gellert, de la Universidad de Guelph en Ontario (Canadá), uno de los científicos responsables del brazo robótico del Opportunity. «Con el análisis en una fase temprana, estamos todavía trabajando en algunos enigmas acerca de esta roca». La herramienta de abrasión del robot ha arañado la superficie de la roca para conocer su interior, un trabajo realizado con cuidado para que la herramienta no se dañe y puede seguir siendo utilizada.

Desde que aterrizó en Marte en 2004, Opportunity ha realizado numerosos descubrimientos científicos, incluida la primera evidencia de que el planeta contiene agua líquida. Después de trabajar 24 veces más tiempo de lo que se tenía planeado, el robot ha obtenido 133.000 imágenes.

viernes, 5 de febrero de 2010

Un almacén de cerebros para los investigadores.


* Los científicos quieren conseguir una completa colección de órganos para estudiar patologías neurológicas.
* La Comunitat dispondrá de un banco de materia gris.


Un banco de cerebros. Sí, aunque pueda sonar a ciencia ficción, es un proyecto en el que actualmente trabajan investigadores del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de Valencia (CSISP). Con ello se ampliarán las posibilidades de guardar órganos destinados a la actividad científica a través de los biobancos existentes en los hospitales de la Comunitat.
Disponer de una amplia colección de muestras biológicas humanas es de gran trascendencia para la investigación sanitaria. El mejor instrumento que se ha encontrado para dar respuesta a esa necesidad ha sido la creación de esta especie de almacenes donde se guardan tejidos, sangre, órganos, tumores, líneas celulares, sueros y hasta líneas de ADN destinadas a ampliar conocimientos sobre las más variadas enfermedades.

La Conselleria de Sanidad impulsó los biobancos en los distintos hospitales en 2007. Las colecciones de tumores para los estudios oncológicos abrieron el camino, pero ahora se quiere avanzar, llegar más lejos.

De ahí el interés de los responsables de la RVB por crear un banco de cerebros en la Comunitat. La iniciativa, propuesta por la Universitat de València, está dando los primeros pasos, tal como ayer adelantó Jacobo Martínez, director científico del biobanco del CSISP.

«Los cerebros son una muestra biológica más y resultan de interés para muchos grupos de investigación», apuntó Martínez. Citó la importancia que pueden tener para estudiar problemas neurológicos.

El experto constató que para iniciar una colección científica de cerebros «necesitamos la implicación de hospitales que se presten a crear un banco y eso es lo que estamos proponiendo». Hasta ahora «se ha interesado la directora científica del Hospital General de Alicante, pero es algo que tendrá que ratificar el centro sanitario».
Una de las complejidades que encierra la iniciativa es «el procedimiento para recoger el cerebro. Se tiene que hacer en pocas horas y se debe contar con un neuropatólogo en esos momentos. Algo parecido a una donación de órganos para trasplante».

Consentimiento para donar
Como en cualquier tipo de donación, sea cual sea el tejido u órgano, la aportación es gratuita y el consentimiento informado del donante es imprescindible, aunque con posterioridad «se puede revocar».

El director científico del biobanco del CSISP destacó que la recogida de cerebros es una de las 20 líneas de trabajo que se desarrollarán en el campo de las colecciones de órganos. Recordó que ya están en marcha el banco de tumores y el de salud mental, que recoge muestras de sangre para investigar el trastorno bipolar y las alteraciones de la conducta alimentaria.
Jacobo Martínez dio a conocer la iniciativa en una jornada celebrada ayer en Valencia para presentar la RVB. La agrupación científica la componen los biobancos de los hospitales de la Comunitat que se adhieren a la misma. 14 centros sanitarios públicos, un hospital privado y tres centros de investigación se han interesado en adherirse.

Pilar Viedma, directora general de Investigación Sanitaria, destacó que la RVB es «una iniciativa pionera en España, que tiene como objetivo coordinar la actividad de los biobancos autorizados en la Comunitat para servir de apoyo a la investigación».